A menudo se oye que emprendedor se nace pero no se hace. La realidad ha de situarse entre estos dos extremos: algo de innato, pero también algo de instrucción. Introducir el espíritu emprendedor en nuestro sistema educativo supone promover todas aquellas capacidades o aptitudes que harán de los alumnos personas emprendedoras. En este apartado de la guía se ponen de relieve todas aquellas actitudes y capacidades que harán de los alumnos personas emprendedoras.
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